EUROPA
PRESS
3 mayo
2018
Cinco
hábitos que aumentan la esperanza de vida... una década o más
Son numerosos los compuestos y las
iniciativas saludables que han demostrado ejercer actividades biológicas
relacionadas con el antienvejecimiento, tales como la anti-oxidación,
anti-inflamación, detoxificación.
Pero ¿cómo se consiguen? y ¿hasta qué punto pueden retrasar el paso de los
años?
Por primera vez, investigadores estadounidenses han sido
capaces de decir exactamente las cinco actividades que mejor pueden ayudarte a
reducir el impacto del tiempo y, además, a cuantificar la esperanza de vida.
Mantener cinco hábitos saludables --llevar una dieta
saludable, hacer ejercicio con regularidad, mantener un peso corporal
saludable, no beber demasiado alcohol y no fumar-- durante la edad adulta puede
añadir más de una década a la esperanza de vida, según un nuevo estudio
dirigido por la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard,
en Estados Unidos.
Los investigadores también descubrieron que las mujeres y
los hombres de Estados Unidos que mantuvieron el estilo de vida más saludable
registraban un 82 por ciento menos probabilidades de morir de enfermedades
cardiovasculares y un 65 por ciento menos de probabilidades de morir de cáncer
en comparación con aquellos con estilos de vida menos saludables en el
transcurso de los aproximadamente 30 años del periodo de estudio.
Esta investigación es el primer análisis integral del
impacto de la adopción de factores de estilo de vida de bajo riesgo en la esperanza
de vida en Estados Unidos, según sus autores, que detallan los resultados del
trabajo en un artículo que se publica en la edición digital de 'Circulation'.
Los estadounidenses tienen una expectativa de vida promedio
más corta (79,3 años) que casi todos los demás países de altos ingresos.
Estados Unidos ocupó el lugar 31 en el mundo por esperanza de vida en 2015. El
nuevo estudio tuvo como objetivo cuantificar cuántos factores de estilo de vida
saludable podrían ser capaces de impulsar la longevidad en Estados Unidos.
Los investigadores y colegas de la Escuela Chan analizaron
34 años de datos de 78.865 mujeres y 27 años de datos de 44.354 hombres que
participaron, respectivamente, en el Estudio de Salud de Enfermeras y en el
Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud. Los autores observaron
cómo cinco factores de estilo de vida de bajo riesgo: no fumar, bajo índice de
masa corporal (entre 18,5 y 24,9 kilogramos/m2), al menos 30 minutos o más al
día de actividad física moderada a vigorosa, ingesta moderada de alcohol (por
ejemplo, hasta aproximadamente un vaso de vino de 5 onzas por día para las
mujeres, o hasta dos vasos para los hombres), y una dieta saludable puede tener
un impacto en la mortalidad.
Hasta 14 años más
de vida en las mujeres y 12 en los hombres
Para los participantes del estudio que no adoptaron ninguno
de los factores de estilo de vida de bajo riesgo, los investigadores estimaron
que la esperanza de vida a los 50 años era de 29 años para las mujeres y de
25,5 años para los hombres. Pero para aquellos que adoptaron los cinco factores
de bajo riesgo, la esperanza de vida a los 50 años se proyectaba en 43,1 años
para las mujeres y 37,6 años para los hombres.
En otras palabras, las mujeres que mantuvieron los cinco
hábitos saludables ganaron, en promedio, 14 años de vida, y los hombres que lo
hicieron ganaron 12 años, en comparación con aquellos que no siguieron esos
hábitos saludables. En comparación con quienes no siguieron ninguno de los
hábitos de vida saludables, los que adoptaron los cinco presentaron un 74 por
ciento menos de probabilidad de morir durante el periodo de estudio.
Los investigadores también encontraron que había una
relación dosis-respuesta entre cada comportamiento de estilo de vida saludable
individual y un menor riesgo de muerte prematura, y que la combinación de los
cinco comportamientos saludables estaba relacionada con la mayoría de los años
adicionales de vida. "Este estudio subraya la importancia de seguir
hábitos de vida saludables para mejorar la longevidad en la población de
Estados Unidos", dice Frank Hu, presidente del Departamento de Nutrición
de la Escuela Chan de Harvard.
"Sin embargo, la adherencia a los hábitos de vida
saludables es muy baja. Por lo tanto, las políticas públicas deberían poner más
énfasis en la creación de alimentos sanos y construir entornos sociales para
apoyar y promover una dieta y estilos de vida saludables", concluye el
autor principal del estudio.